jueves, 31 de enero de 2013

La guerra de Corvera

Una de las cosas que se pueden aprender del desarrollo de la segunda guerra mundial es que los alemanes abrieron demasiados frentes a la vez, lo que al final les lleva (evidentemente entre otras muchas cosas) a la derrota.

En el concejo de Corvera d'Asturies, han abierto de golpe demasiados frentes en cuestiones medioambientales. Yo les deseo fervientemente un éxito arrollador, pero me temo que se han metido demasiado en la boca para poder revolverlo.

Estos días estuve más que tirado por un gripe trapera y he llegado tarde a enterarme de cual era la discusión,  pero me parece de un calado más que importante, sólo que tal vez excesivo para un sólo concejo.

Especies invasoras, eliminación de eucaliptos, recuperación de la cubierta vegetal autóctona, educación ambiental de la población.... demasiado de una vez.

Creo sinceramente que si cumpliesen el objetivo de eliminar las especies invasoras y una campaña intensa de educación ambiental al respecto, el debate sobre el eucalipto se abriría solo y además tendrían muchas más opciones de éxito.

Eliminar las especies invasoras es una obligación legal y todos los ayuntamientos deberían ponerla en práctica, pero es cara "y las flores son tannnnnn bonitas..." Educar al respecto es como mínimo una obligación moral.

Pero los ocalitos, eucaliptos son harina de otro costal.  Para empezar son un cultivo. Serán árboles, pero son un cultivo. Lógicamente si se salen de la parcela cultivada deberán ser tratados como plaga que son, pero si no deberá ofrecerse alternativas al cultivo, no creo que prohibir sea la solución.
Y aquí entra el verdadero debate.
Lo que no es de recibo es se sigan ampliando las plantaciones en Asturies como una manta, como una plaga de langosta que asola el suelo y la diversidad, que ahoga el paisaje y lo convierte en una sombra.

Esta pegatina acompañó mi Bachillerato y buena parte de mi tiempo de facultad y creo que tiene plena vigencia hoy día 
Lo lógico y aplicable en Corvera, y en toda Asturies es aquello que define verdaderamente el paisaje cantábrico: un mosaico de especies, aprovechamientos, sebes, praderas, bosques y ¿por qué no? cultivos.
El paisaje de Corvera en los últimos 200 años (o mucho más seguramente) no es un bosque de ningún tipo, es un paisaje agrario, prácticamente desprovisto de árboles, o en todo caso con árboles cultivados. Querer convertir ahora Corvera (o cualquier otra zona) en una foresta autóctona es cuando menos raro.
Paisaje del Conceyu de Bimenes con una típica ordenación territorial en  la que se entremezclan  especies forestales, praderas y cultivos con los pueblos. 

Lo fundamental es llegar de una vez a un consenso de ordenación territorial para toda Asturies que permita las plantaciones pero no el monocultivo, que favorezca los parches de vegetación con vocación autóctona (y aprovechable) de carbayos y castañales, y abedules y tilos. Que permita corredores de fauna y floara entre distintas zonas de la región y haga saludable el entorno urbano y accesible el rural, dando también opciones de negocio a los propietarios.

Ponernos estupendos ahora quitando todos los ocalitos por decreto es hacer lo mismo (pero al contrario) que lleva haciendo el gobiernín durante décadas arrasando Asturies en un monocultivo, y no lleva al convencimiento, si no al enfrentamiento.

Y adelante con la eliminación sistemática de especies alóctonas (y con la educación ambiental) 

4 comentarios:

  1. Bien está que se intente, ojalá lo consigan y cunda el ejemplo.
    Salud.

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  2. Me gustaría pensar que es una medida en la que Corvera sea la pionera y la primera en llevarla a cabo, pero llámame pesimista, pero viendo la situación actual, que va por derroteros completamente diferentes, me da que todo va a quedar en papel mojado; aunque veo la parte positiva de que ,por lo menos, se toma conciencia de ello en los poderes públicos, quizás en un mañana no muy lejano, se retome esto de forma eficaz, efectiva y extensiva a otros ayuntamientos.

    Yo con el ocalito soy más radical, pienso que debería de erradicarse por completo de los montes y rasas, la gente los planta, se marcha, y vuelve para cortarlos pues es un árbol que no necesita cuidados ni muchas atenciones, pero en esos años normalmente nadie se ocupa de lo que allí pase (salvo excepciones o peor aún: para dar algún cerillazo para "limpiar") total que la cosa al final se sale de madre y se pasa de plantación a plaga. Estarás de acuerdo conmigo que no hay cosa más muerta y aburrida que caminar por dentro de una plantación de este tipo, o llegar a un acantilado y ver que crecen ya casi en el propio acantilado de forma espontánea.

    Eso sí, viendo el interés/fuerza de las papeleras (el gobiernin y hasta los del FAPAS se ponen de su lado), de algunos particulares y especialmente el coste económico de llevar esta medida a cabo, es casi una utopía más que una medida. No son capaces ni de quitar el plumero de los arcenes de las autopistas, bien accesibles y a la vista...

    Nosotros tenemos algunos bosques heredados de mis abuelos por el oriente (en dónde cómo en casi toda la rasa litoral es una plaga incontrolada...), algunos de estos bosques son un tanto inaccesibles y no los visitamos frecuentemente.
    El día que me puse a poner un poco de control en ellos, descubrí que en unos años había pasado de tener robles, abedules y alguna castañar a tener unos buenos eucalitos sin que nadie de casa los hubiera plantado; procedían de una parcela cercana plantada y dejada al libre albedrío. Por supuesto se cortaron, pero no creas que son fáciles de erradicar.

    Desde el punto de vista económico no niego que sean rentables, pagaron unos buenos cientos de euros sin que yo me moviera de la silla, sin plantarlos o invertir algo, pero ¿a que precio? desde luego pocos podrán vivir de ello exclusivamente y a mi no me compensa vivir en Asturalia, pero sé que soy una minoría frente al resto de propietarios que por 5€ dejarían hasta enterrar residuos nucleares en sus bosques.

    un saludo!!





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    Respuestas
    1. Hola Jorge. Está claro que estamos de acuerdo. No se puede permitir que la especie se haga dueña y señora del territorio y fuera de las plantaciones ha de ser considerada plaga (y erradicada por cuenta de quien tiene las ganancias, o sea ENCE) y que tampoco puede ser una alfombra continua, por eso mi propuesta de establecer criterios de gestión territorial en mosaico para reinvertir en diversidad. Y además deberíamos ser sensibles a los beneficios económicos que representa. ¡Un puzzle con muchos intereses y poca visión a largo plazo!
      Un saludo

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