Las nevadas tempranas han llegado a ser raras en Asturies, de forma que las nevadas de hace unos días nos parecen casi excepcionales cuando históricamente las nevadas de noviembre han sido normales en las áreas de montaña.
El pasado jueves la temperatura en el puerto de Tarna a las diez de la mañana oscilaba entre los -2 y 1Cº, y a las cinco de la tarde seguía marcando 2ºC.
En algunas zonas del bosque, especialmente en umbrías y donde el viento no llegaba con fuerza, el hielo/nieve se mantuvo todo el día en árboles y rocas.
Pocas veces he tenido la sensación de vacío de vida que había ese día en Tarna.
Apenas unos cuervos y un mastín del bar del parador hacían frente a la nieve y el frío. El bosque estaba en silencio, verdaderamente helado.
Todo el paisaje transmitía frío, la luz azulada, el crujido de las ramas, el viento en el puerto, la quietud.
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| Camino cerca del pueblo de Tarna |
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| Las partes oscuras del bosque son las ramas que estaban expuestas al viento y de donde se fue primero la nieve. |
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| Detalle del bosque congelado |
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Apenas estuvo abierto un carril durante el día, y al principio de la mañana la carretera era una pista de patinaje
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| Frío |
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